miércoles, 7 de septiembre de 2011

Pero... la selva tropical tiene problemas

Pero... la selva tropical tiene problemas

A pesar de los múltiples beneficios brindados por la selva tropical al hombre, muchas personas la perjudican agotando sus recursos. Así, en pocos años se perdió casi la mitad de los terrenos selváticos del mundo. Además, cada día se destruyen tantos como para temer que este ecosistema desaparezca en breve tiempo.

Entre las causas se encuentra la tala de árboles y la quema de vegetación para aprovechar el suelo en el cultivo de maíz, caña de azúcar, café o pastos para alimentar los ganados.
Además el hombre tala los árboles buscando obtener maderas preciosas. Y lo hace mal, pues para facilitar su trabajo, los taladores cortan todos los árboles de una zona, luego identifican a los de precio más elevado y el resto lo venden para la fabricación de papel, en lugar de hacer una selección razonada antes de talar.

Esto ocasiona la pérdida de árboles que tardarán muchos años en volver a crecer, además de la desaparición de plantas que ni siquiera se han investigado aún.
Lo que no saben quienes tratan de aprovechar la selva para la agricultura, la ganadería o la maderería, es que al eliminar los árboles y la vegetación, el viento o la lluvia arrastran la capa de hojas y frutos que cubre el suelo, así que éste se erosiona rápidamente.

Por ello, el suelo pierde su riqueza y en poco tiempo las cosechas son tan malas que se debe abandonar ese terreno. Sin embargo, aunque se deje de sembrar allí, a veces el suelo queda tan gastado que ya casi nada puede crecer en él.

Así, donde existía verdor y vida por todas partes, sólo queda un espacio árido y estéril.
La disminución de árboles y de vegetación ocasiona otro problema: el aumento de bióxido de carbono, puesto que hay menos plantas que lo absorban y lo transformen en oxígeno. Así, dicho gas se acumula formando una nube sobre la tierra, lo que es muy dañino pues no permite la salida del calor generado por los rayos del sol.

Lo anterior ocasiona que se eleve la temperatura en todo el planeta. Este aumento causa el calentamiento de los suelos, y en consecuencia, que algunas cosechas se quemen y disminuya la cantidad de alimento para la población del mundo.
Esto es más preocupante aún porque debido a la pérdida de tantos árboles selváticos, disminuyen las lluvias en todo el mundo, ya que se reduce el vapor de agua que forma las nubes. Como resultado, son afectadas las cosechas y el clima mundial.

Ante todo esto, es evidente que el único enemigo de la selva tropical es el hombre, que en su afán de obtener ganancias económicas, prefiere destruirla que preservarla. Así, la selva desaparece cuando se construyen en su lugar carreteras, presas o aeropuertos. En otras ocasiones se acaba con ella por descuido, durante los incendios accidentales.
Los primeros afectados por las acciones destructivas del hombre, son los animales que habitan la selva, pues pierden su hogar y su alimento. Algunos se marchan en busca de otro lugar para vivir, pero aunque lo encuentren, es difícil que se reproduzcan en él. Otros no soportan el cambio y mueren. Tal es el caso de la guacamaya, el águila arpía y el tucán, que están en riesgo de extinción.

Además, varios animales son perseguidos por los cazadores, quienes los atrapan para venderlos como mascotas o comerciar con su carne y su piel.

Esa es la principal razón por la cual están amenazados el mono araña, el armadillo, el tepezcuintle, el cocodrilo y el jaguar.

La importancia de la selva

La importancia de la selva

Las selvas tropicales del mundo brindan beneficios a todos los seres vivos, aunque vivan alejados de este ecosistema. Se dice que son los pulmones del planeta, pues limpian el aire que respiramos de un gas llamado bióxido de carbono, que producen los escapes de los automóviles, las fábricas, los incendios y hasta nosotros mismos al respirar.

Cuando hay demasiado en el aire, este gas es muy perjudicial. Si te colocaras unos minutos cerca del humo de una fogata podrías sentirlo, pues el exceso de bióxido de carbono y la falta de oxígeno, provocarían que te lloraran los ojos y no pudieras respirar.

Las hojas de la plantas y de los árboles absorben el bióxido de carbono del aire para mezclarlo con el agua y las sustancias nutritivas que toman del suelo; al combinar esta mezcla con luz, producen su alimento. Este proceso se llama fotosíntesis.

Durante él, el bióxido de carbono se transforma en oxígeno, gas que necesitamos para respirar. Debido a la abundancia de vegetación de la selva, en ella se producen grandes cantidades de oxígeno para todo el planeta.
Las selvas también son útiles porque evitan que las lluvias excesivas erosionen el terreno selvático y algunos cercanos, ya que la vegetación agarra el suelo entre sus raíces, evitando que el agua lo arrastre y se lleve la capa fértil. Además, como recordarás, en la selva tropical siempre hay agua, que se evapora continuamente. De esta forma se generan nubes y lluvia, lo cual es importante para el clima de todo el mundo.




La selva baja

La selva baja

Este otro tipo de selva también es común en México, en lugares donde la temperatura es alta. Se localiza con frecuencia sobre laderas de cerros, donde el suelo es pedregoso y poco profundo. Los árboles que crecen allí miden entre cinco y doce metros como máximo; los más comunes son el pochote, el copal, el cuajiote, el palo blanco y el torote.

En la selva baja sólo hay dos estratos. El primero está constituido por arbustos, musgos y helechos, pero son escasos pues aun cuando los árboles dejan pasar poca luz hasta el suelo, no hay lluvias constantes, lo que impide el desarrollo de la flora. En algunas regiones también se desarrollan cactáceas.

El segundo estrato lo conforman los árboles, cuyos troncos delgados y retorcidos ramifican a corta altura, formando anchas copas que se unen en un techo verde del mismo nivel.

Sus cortezas tienen colores amarillentos o grisáceos brillantes, mientras que sobre sus ramas crecen algunas plantas trepadoras y epífitas.
Una característica representativa de este ecosistema, es la presencia de una época seca que se prolonga por más de seis meses. Durante ella, los árboles pierden sus hojas y desaparece la humedad.

Así, se distinguen de inmediato las diferencias en el paisaje, ya que en la época de lluvias la vegetación es verde y frondosa, en tanto que en la temporada seca todo se ve gris y árido.

Entre la fauna de la selva baja se encuentran el puma, el venado cola blanca, el coatí, el zorro gris y el jabalí. Las aves más comunes son la chachalaca, los colibríes y las cotorras.

Las plantas epífitas, trepadoras y estranguladoras.

Las plantas epífitas, trepadoras y estranguladoras.
Las plantas epífitas viven en ramas horizontales, bajo la copa de los árboles. Esto les permite protegerse del viento, tener sombra cuando los rayos del sol son intensos y recibir con abundancia el agua de la lluvia.

Entre ellas se encuentran musgos, helechos y una gran variedad de orquídeas, muy apreciadas por sus formas y colores.
Las trepadoras, también llamadas lianas o bejucos, son plantas con tallos delgados y flexibles, que se enredan al tronco de un árbol para subir hasta encontrar la luz del sol.
Una vez arriba, desarrollan copas espesas que se unen a las de los árboles cercanos.

En su camino hacia lo alto, los troncos de las trepadoras se detienen de las ramas de su alrededor y quedan colgando de ellas. De esta forma, se enlazan varios árboles, a veces con tanta fuerza, que aún cuando se corte el tronco de uno de ellos, éste no cae.

También es posible lo contrario: que al cortar un árbol, caigan con él varios más, pues estaban amarrados por las trepadoras.
Las estranguladoras o matapalos, son árboles que crecen sobre otros árboles. Nacen como pequeñas plantas que se desarrollan sobre una rama; con el tiempo ganan fuerza y sus raíces bajan hasta el suelo, del cual toman más sustancias nutritivas.

Gracias a esto, los tallos de la estranguladora se engrosan y se enredan en el árbol que les sirve de apoyo. Después, le crecen ramas y hojas.





lunes, 5 de septiembre de 2011

Los estratos de la selva


Los estratos de la selva

Si te pararas en medio de la selva, verías que está dividida en tres capas o estratos de vegetación, cada una con diferencias respecto a la temperatura, la cantidad de luz y la de agua que reciben.
Aunque es posible distinguir una capa de otra, las tres se relacionan entre sí como partes del mismo ecosistema. Para explicarte esta división, hablaremos de los estratos, uno a uno: el emergentela bóveda y el monte bajo.

Empezaremos por la capa superior o emergente, donde destacan las copas de los árboles más altos, que llegan a medir 45 metros y crecen alejados unos de otros. Con frecuencia es difícil identificar la especie a que pertenecen, pues sus hojas, flores y frutos se encuentran a gran altura.

La mayoría de los troncos de estos gigantes, no son muy anchos y una vez que sobresalen de la copa de los árboles de menor tamaño, extienden sus ramas. Entre ellos se encuentran la ceiba, el cedro, la caoba y el chicozapote.



Aquí la temperatura es muy alta. Por ello, aunque los árboles gigantes son los primeros en recibir la lluvia, ésta se evapora con rapidez. Sin embargo, sus hojas son pequeñas y duras, así logran absorber y acumular el agua.



El viento sopla con enorme velocidad, moviendo las copas de los árboles de un lado a otro; durante algunas tormentas, puede ser tan fuerte como para derribarlos. Sin embargo, la mayoría de árboles gigantes tiene unas salientes en la base de su tronco, llamadas contrafuertes, que como si fueran raíces endurecidas y gruesas detienen al árbol, pues le ayudan a distribuir su peso.

Así, a pesar de que sus raíces no son profundas, el árbol tiene mayor estabilidad y resiste a la fuerza del viento.

Las ramas de los árboles más altos son débiles, aún así son el lugar preferido de algunos animales. Los más comunes son las aves de rapiña como el halcón gris, el águila arpía, la lechuza y el búho. Todas ellas son carnívoras y bajan continuamente para cazar su alimento.
Allí abundan árboles que miden entre diez y treinta metros de altura y crecen muy cerca unos de otros, de manera que sus ramas no pueden extenderse mucho. Algunos de ellos son el mamey, el ramón, el palo de Campeche, el jabín y el zapote.

Estos árboles son el lugar ideal para los animales que pueden colgarse de las ramas; tal es el caso del mono araña, el perezoso y el oso hormiguero, quienes se columpian con facilidad de un árbol a otro utilizando su cola como si fuera un brazo más, incluso se sostienen con ella mientras buscan alimento.
En la bóveda también encuentran su alimento la ardilla, el murciélago y el mono saraguato. Ellos están muy bien adaptados a vivir en lo alto, así que no necesitan bajar al suelo.

En los árboles selváticos no pueden faltar aves como el tucán, la guacamaya y el perico cabeza amarilla, que son muy apreciadas por los colores de sus plumajes.
Algunas más son la codorniz, el pájaro carpintero, el colibrí y el trogón.

Los insectos son un caso especial, ya que pueden volar por lo alto, estar pegados a los troncos o cerca del suelo. En la selva tropical hay una enorme variedad, como luciérnagas, mariposas, hormigas, avispas, grillos y muchísimos más.
Lo mismo que otros animales selváticos, los insectos son muy importantes para la existencia del ecosistema. Un ejemplo de su función, es que al llevar el polen de unas flores a otras, colaboran en su fecundación.

las selvas

LAS SELVAS




La selva tropical húmeda

Empezaremos el viaje por la selva tropical húmeda, lugar donde hace calor lo mismo durante el día que en la noche, sin importar la época del año.
Tal vez en el sitio donde vives llueve sólo unos meses y después empieza la temporada de secas. Pues aquí ocurre algo distinto: la lluvia cae durante la mayor parte del año, con intensidad variable, que va desde lloviznas cortas, hasta fuertes tormentas acompañadas de vientos y relámpagos.


La abundancia de las lluvias ocasiona que la selva tropical siempre esté llena de agua. Alguna puede verse a simple vista, como la que corre por los ríos y arroyos.

En cambio, no podemos ver el agua que el suelo absorbe para formar un río subterráneo. Tampoco es fácil distinguir el líquido que almacenan las raíces de las plantas o el agua que se convierte en vapor y flota en el aire, dando humedad al ambiente.


El agua es importante, pues contribuye a que el suelo selvático sea fértil. Esto es posible porque continuamente caen hojas, frutos y hasta ramas de los árboles para formar una capa que cubre el suelo. Entonces entran en acción bacterias pequeñísimas, que ayudadas por lo húmedo del ambiente, pudren en poco tiempo esa capa vegetal, lo cual permite que las sustancias nutritivas regresen al suelo y sirvan de abono natural a nuevas plantas. A esta capa de materia orgánica muerta se le llama humus.

Gracias a la combinación de calor, agua y suelo fértil, la selva permite que muchas especies vegetales encuentren lo necesario para crecer con abundancia. Así es posible identificar miles de plantas y árboles distintos; desde pequeños musgos hasta árboles de altura gigantesca.
La vegetación exuberante es indispensable para la selva tropical, ya que las raíces evitan que la lluvia o el viento arrastren la capa fértil del suelo, además de que ofrece alimento y refugio a los animales; de ahí que en la selva también exista la mayor variedad de éstos sobre la tierra.


Otro nombre que se da a este ecosistema es selva siempre verde, debido a que algunas especies de árboles conservan sus hojas más de un año y otras no las pierden al mismo tiempo, sino en temporadas diferentes. Así, mientras a unos árboles se les caen las hojas, a otros les retoñan. Como los nuevos brotes crecen en poco tiempo, la selva conserva su verdor.

Esto la distingue de otros ecosistemas, donde los árboles se quedan sin hojas en la sequía y retoñan hasta que llueve otra vez.


los bosques

LOS BOSQUES

Los bosques cubren un tercio de la superficie de la Tierra y se estima que contienen
dos tercios de todas las especies terrestres conocidas.Los ecosistemas forestales
también proporcionan una amplia gama de bienes y servicios.

En los últimos 8 000 años, alrededor del 45% de la cubierta original de los
bosques de la Tierra se ha modificado; la mayor parte, a causa del desbroce
durante el siglo pasado.

Vulnerabilidad al cambio climático

Los bosques son particularmente vulnerables al cambio climático dado que:

• Aun los pequeños cambios de temperatura y precipitaciones pueden tener
efectos significativos en el crecimiento de los bosques. Se ha demostrado
que un aumento de 1° C puede modificar el funcionamiento y la
composición de los bosques
.   
• Numerosos animales grandes que habitan el bosque, la mitad de los
grandes primates y casi el 9% de todas las especies conocidas de árboles ya
corren un cierto riesgo de extinción
• Las especies de árboles leñosos tienen menos posibilidades de desplazarse
hacia el polo con los cambios de las condiciones climáticas..


Impactos observados y proyectados

Inicialmente, al subir las concentraciones de dióxido de carbono, el crecimiento
de algunos bosques puede aumentar. No obstante, el cambio climático puede
forzar a las especies a emigrar o modificar su alcance mucho más rápido de lo
que su capacidad les permite. En consecuencia, algunas especies pueden morir.
Por ejemplo, en Canadá, es poco probable que las poblaciones de píceas blancas
logren emigrar a un ritmo similar al del cambio climático.


Por otra parte, los bosques podrían verse amenazados cada vez más por las
plagas y los incendios, volviéndose más vulnerables a las especies invasoras. Por
ejemplo, en Inglaterra se han observado plagas de insectos desconocidos en la
región, porque previamente no habrían sobrevivido las heladas invernales. 


Contribución al cambio climático y opciones de mitigación 

La conservación forestal tiene especial importancia, porque los bosques
contienen el 80% de todo el carbono almacenado en la vegetación terrestre. Las
actividades de deforestación y desmonte emiten anualmente a la atmósfera
alrededor de 1,7 mil millones de toneladas métricas de carbono. Por lo tanto,
dicha conservación ofrece oportunidades valiosas de proteger la diversidad
biológica y retardar el cambio climático. 

Además, la forestación y la reforestación pueden utilizarse para acrecentar los
depósitos y sumideros del carbono. La forestación se define como la conversión
directa inducida por el hombre de tierras que no han sido forestadas por un
período mínimo de 50 años o que nunca han sido forestadas con plantas,
semillas y/o la promoción inducida por el hombre de las fuentes naturales de
semillas. La reforestación significa la replantación, siembra y/o promoción
inducida por el hombre de las fuentes naturales de semillas en tierra forestada en
los últimos 50 años.

Opciones de adaptación


La reducción de la vulnerabilidad forestal actual puede ayudar a aumentar la
resistencia contra los impactos del cambio climático. Otras actividades que
pueden acrecentar dicha resistencia son:

• evitar la fragmentación de los hábitat, 
• impedir la conversión a plantaciones, y 
• practicar una silvicultura de baja intensidad.






viernes, 2 de septiembre de 2011

Ecosistema forestales

ecosistema forestales


   

Es el conjunto funcional de recursos forestales (fauna, flora, suelo, recursos hídricos) y su interacción entre sí y con el ambiente, en un espacio y tiempo determinados.
Los bosques son los ecosistemas que más agua producen: al caer, la lluvia es asimilada por la espesa vegetación y se evapora nuevamente para formar otra vez nubes. Al escurrirse por la superficie del suelo, forma ríos, arroyos, lagos y lagunas. Al filtrarse en el subsuelo (con la ayuda de los árboles, arbustos, pastos, etc., y a través de las rocas), forma los mantos freáticos o acuíferos.

Las selvas tropicales son unas de las áreas más importantes de la Tierra. Estos exclusivos ecosistemas son el hogar de cientos de especies de animales y plantas. Quizás pienses que sabes mucho acerca de las selvas. No obstante, lo que ves en las películas ¡no siempre es realidad!.

Ante todo, cabe resaltar que las selvas no son sólo un lugar atestado de plantas, sino que están repletos de altos árboles los cuales forman un techo bajo es Sol. Este techo evita que crezcan las plantas que más pequeñas. Las áreas dónde los rayos del Sol logran llegar hasta la superficie están llenas de plantas muy interesantes, las cuales exploraremos más adelante.